Se dice que alguien hace el primo cuando se deja engañar por otra persona.
Esta expresión tiene un origen curioso. En el siglo XVIII se tenía la costumbre de nombrar a los grandes de España, tanto en privado como en documentos oficiales, por el sobrenombre de primo. Esto es así porque, literalmente, en casi todos los casos era cierto que eran primos.
Una vez aclarado este punto, vayamos al asunto en cuestión. El 2 de mayo el pueblo español se levanta en armas contra las tropas napoleónicas y, quien estaba al cargo de cuidar los asuntos franceses en España era Antonio Pascual de Borbón.
Como la cosa se estaba desmadrando, el mariscal francés Joaquín Murat escribió a Antonio con el siguiente encabezado: "Señor primo..." Y se le pedía que se hicieran cosas tales como: «Anunciad que todo pueblo en que un francés haya sido asesinado será quemado inmediatamente… Que los que se encuentren mañana con armas, cualesquiera que sean, y sobre todo con puñales, serán condenados como enemigos de los españoles y de los franceses y que inmediatamente serán pasados por las armas…»
¿Qué hizo este hombre ante tal petición? Pues claro, eso mismo, hacer tal cual lo que le ordenaron, pero el pueblo no le hizo ni caso y continuó a lo suyo. De tal forma que se adquirió de esta acción el origen de esta expresión.
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