Se dice hacer algo a la remanguillé cuando se hace de tapadillo y suele acabar mal.
Esta expresión procede del italiano alla re Mangugliè, es decir, a la manera del rey Mangugliè.
¿Y quién era el rey Mangugliè? Pues vamos a verlo:
A finales del siglo XII, en Sicilia fallece su rey, Guillermo II. No había un claro sucesor pues no tenía descendencia, con lo que se pone como reina a su tía Constanza. Pero claro, al no estar claro el sucesor, pues una parte del ejército francés no estaba satisfecho con la elección y preferían a otro como monarca, concretamente al general más carismático del ejército, al bueno de Mangugliè, a la sazón primo lejano de Guillermo II.
Claro, esto de que haya dos reyes pues como que no gusta, así que hubo una batalla entre los simpatizantes de uno y otro en Trapani. La batalla se presentaba complicada, así que el bueno de Mangugliè estableció una brillante estrategia: atacaría el frente con escasos soldados para distraer al ejército de la tía Constanza, para aprovechar y atacar por la espalda con el grueso del mismo.
¿No es tan mala idea, no?... Pues sí, es pésima idea. ¿Por qué? Pues simplemente porque para cuando quiso atacar la parte gruesa del ejército, ya habían machacado a los que atacaron de frente y estaban de nuevo parapetados perfectamente en la batalla para hacer frente al resto de soldados. Finalmente, fracasaron y perdieron la batalla.
Y de aquí es de donde proviene esta expresión.