Se dice que alguien se cree el ombligo del mundo cuando es muy egocéntrico.
En el santuario de Apolo en Delfos, el mayor centro espiritual de la Grecia Clásica, veneraban a una pedra a la que llamaban el ombligo del mundo.
Esta piedra para los griegos se llama ónfalo y para los romanos umbeliculum (su relación con la palabra ombligo se ve reflejada en, por ejemplo, umbilical).
Según la mitología griega, cuando Cronos fue a comerse a su hijo Zeus, Rea, la madre de Zeus, le sustituyó por una piedra para salvarlo. El tipo se ve que tenía tanta hambre que no se dio cuenta que en vez de comerse a un dios se comió una piedra. Cuando finalmente Zeus liberó a sus hermanos dioses, salió la piedra despedida y fue Parnaso quien la cargó para fundar el oráculo de Delfos.
Y hay una segunda explicación que paso a copiar directamente:
Ahora bien, existe una segunda explicación más ligada al ombligo del mundo y que relaciona a Apolo, Delfos y Zeus. Apolo, hijo de Zeus, vagaba buscando un lugar para fijar la sede de su culto y construir un templo. Ante la dificultad de la tarea, Zeus decidió ayudarlo y para ello agarró dos águilas, lanzando una a poniente y otra a oriente. Cada una recorrió el mundo y finalmente ambas dieron a parar sobre Delfos, chillando y danzando en círculo. Zeus, que las había lanzado con igual fuerza en direcciones opuestas, interpretó este mensaje como que ambas águilas habían llegado al centro del mundo. Así que Apolo fundó su lugar de culto en el mismo lugar donde las águilas se detuvieron, en lo que pasaría a conocerse como el ombligo del mundo. Por cierto, esta zona coincidiría con la misma de la explicación de la piedra de Zeus.
Ahora elige la que más te guste.
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