En Sacramonte (Granada), un herrero tenía a un ayudante que alimentaba las ascuas con un fuelle. Se ve que se le daba mal y las piedras apenas estaban incandescentes, provocando que el forjado no fuera bueno. Por eso se decía del aprendiz que tenía mala follada (follá), porque no sabía darle al fuelle.
Sacramonte |
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