El origen de esta expresión no termina de estar muy claro.
Primer posible origen:
En los tiempos en que en la isla de Cuba se erradicó la esclavitud y trataron de contratar trabajadores muy baratos. Los chinos eran contratados por ocho años en cuadrillas de ocho trabajadores. Una vez llegaban a la isla eran vendidos como esclavos a los dueños de las plantaciones.
Segundo posible origen:
Marco Polo cuando recorría la famosa Ruta de la Seda obtuvo grandes beneficios haciendo intercambio de objetos con los chinos. Tanto es así que en Europa comenzó a circular la creencia que esta gente era fácil de engañar.
Añado un tercer posible origen:
A mediados del Siglo XIX era muy útil el guano (la acumulación de excrementos de aves marinas) y la obtención de este material se realizaba casi en exclusiva en las islas Chincha, Perú. Para poder dar abasto con la demanda, tuvieron que emplear a mano de obra numerosa y barata. ¿Dónde se cumplía esto? Pues en China. Para allá que fueron a contratar obreros y les prometían que iban a extraer oro con unas condiciones fabulosas. Una vez aceptaban, eran tratados en condiciones de semiesclavitud y, por desgracia, murieron una gran cantidad de ellos. En 1875, en su momento más álgido, llegó a haber más de 100.000 chinos en Perú.
Insano
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