Su origen es debido a que estos objetos de siempre han perdido agua, por ello se asocia a aquellas personas que hacen aguas, que tienen cierto deterioro mental.
Existe otra teoría sobre su origen: Pancracio Celdrán (especialista en Historia y Literatura antigua y medieval) que en 1907 la cupletista Julita Fons estrenó “El Vals de la regadera” en el Teatro Eslava de Madrid, una pieza procedente de la zarzuela “La alegre trompetería”, en donde se decía con cierta picardía subida de tono:
que es la mar de rebonito
pero no hay quien me lo riegue
y lo tengo muy sequito.
No encuentro ni un jardinero
y es el caso extraordinario.
Entre tanto caballero
¿no hay ninguno voluntario?…
Dice la copla:
mal hombre, loco perdío:
que estás perdiendo el sentío
como una regaera.
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