Origen de Caerle la china.

Se dice que a alguien le cae la china cuando ha tenido mala fortuna.

Esto se debe a una costumbre antigua que aún se mantiene, en la que para dirimir una decisión en la que una persona tiene que hacer una tarea indeseada, se cogía una piedra, una china, del suelo y se ocultaba en una palma cerrada de la mano, de manera que el otro desconociera en cuál de las dos estaba. Se le daba a elegir una de ambas opciones, pues las dos manos están tapando el contenido de sus respectivas palmas, y si al elegir escogía la mano que contuviera la china realizaba la tarea indeseada, si escogía la otra, la realizaba la otra persona.

Origen de En busca de El Dorado.

Se dice que se está en busca de El Dorado, cuando se trata de conseguir un imposible.

Durante la época del Descubrimiento de América, existía un rumor de una ciudad de las maravillas, donde todo era oro, piedras preciosas y fortuna. Esta ciudad estaba bicada en una zona recóndita de la que nadie sabía su ubicación exacta.

Esta ciudad de leyenda, por más que se ha buscado nunca ha sido encontrada y ha sido la obsesión de diferentes personas a lo largo de la historia.

Origen de Como agua de mayo.

Se dice que algo es como agua de mayo, cuando algo llega en un momento muy necesario.

Esta expresión proviene del mundo de la agricultura, donde la lluvia en el mes de mayo es especialmente importante, pues es en la época en la que muchos cultivos (como árboles frutales) florecen y crecen con fuerza.

Origen de Brindis al sol.

Se dice que se hace un brindis al sol cuando se promete de forma demagógica conseguir algo, anque sea imposible, con tal de conseguir los favores de alguien.

Esta expresión proviene del mundo del toreo, donde se conoce como brindis a cuando el torero ofrece la muerte del toro al presidente de la corrida, a una persona o personas en concreto o a una parte del tendido. Pues cuando el torero sabe que no ha hecho una buena faena, ofrece el brindis a los tendidos de sol, lugares ocupados por gente menos experta y exigente y con menos poder adquisitivo, pues han adquirido entradas más baratas pues les da el sol de cara; de manera que le reconocerán la faena aunque no haya sido buena.

Origen de Borrar de un plumazo.

Se dice que alguien borra de un plumazo algo cuando lo elimina de forma tajante y definitiva.

Esta expresión proviene de los tiempos en que se escribía con la punta de una pluma mojada en tinta, de manera que cuando se quería eliminar algo, se tachaba con la dicha tinta.

Origen de Beber los vientos.

Se dice de alguien que bebe los vientos cuando está perdidamente enamorado de otra persona.

Esto proviene del mundo de la caza, en ella, hay unos perros especializados en detectar el rastro de la presa a través de encontrar el rastro a través del olfato. Estos perros son conocidos como venteadores. Cuando estos animales buscan un rastro, olfatean el aire de tal manera que parece que están bebiendo y en un estado de concentración tal que parecen estar en éxtasis. Estado sólo superado por cuando sí encuentran el rastro de la pieza, poniéndose en un estado de nervios muy superior, de manera que es una buena semejanza de alguien que está enamorado de otra persona o deseosa de conseguir algo.

Origen de Bautismo de fuego.

Se dice que alguien va a tener un bautismo de fuego, cuando va a realizar por primera vez una experiencia de gran dificultad.

En la época de la Reconquista los musulmanes ya empleaban armas de fuego. Antes de entrar en batalla, los católicos oficiaban una misa y, para aquellos que no estuvieran previamente bautizados, se les bautizaba para que pudieran recibir la comunión, así si morían en combate, irían al cielo.

Origen de Batirse el cobre.

Se dice que alguien se ha batido el cobre, cuando se ha esforzado mucho por conseguir algo.

Esta expresión proviene de, literalmente, batir el cobre. Para realizar esta acción se necesita un gran esfuerzo físico, destreza y precisión.

Origen de Bajar el pistón.

Se dice de alguien que baja el pistón cuando disminuye la intensidad de una acción.

En los motores de explosión, hay un émbolo, conocido como pistón. Este cilindro, sube y baja alternativamente dejando así que entre y salga el combustible.

Cuando el pistón sube, entra aire y combustible, explota y se genera energía; cuando baja, sucede lo contrario, es decir, disminuye la potencia.

De ahí el origen de esta expresión.

Origen de Tácito.

Se dice tácito de algo que sin expresarlo se sobreentiende.

Este término proviene de la palabra latina tacitus, que significa callado.

Origen de Atarse los machos o Agárrate los machos.

Se dice aquello de atarse los machos o agárrate los machos cuando se va a hacer frente a una situación complicada.

Como se ve en la imagen que encabeza esta entrada, los machos son el cordón que cuelgan de la parte inferior de la taleguilla de un traje de torero. Esta parte es la últtima que se ajusta del traje antes de salir a la plaza a hacer frente al toro. De aquí el origen de la expresión.

Origen de Atar los perros con longaniza.

Se dice de atar los perros con longaniza cuando se quiere responder irónicamente a una persona que trata de ponderar lo bien que se vive en un sitio (tanto que los perros son atados con longanizas) o ponderar al exremos los beneficios de una acción.

En el siglo XVIII vivió en Candelario (Salamanca) don Constantino Rico, más conocido como el tío Rico, el choricero. Era famoso por ser el proveedor real de fiambre y hasta llegó a ser inmortalizado por Goya.

En la fábrica trabajaban varias personas del mismo pueblo y parece que, un día, un perro no dejaba de molestar a los trabajadores. La situación fue tan insoportable que una empleada decidió atar al can y como no encontraba con qué hacerlo, terminó atándolo con una ristra de longanizas a la pata de una silla.

Esta pequeña anécdota pronto se difundió y la gente que lo escuchó lo interpretó como un gesto de opulencia de lo bien que se vivía en la casa de don Constantino.

Origen de Armarse la de Dios es Cristo.

Se dice armarse la de Dios es Cristo cuando se ha montado un follón muy gordo.

En el año 325 se desarrolló un concilio en la ciudad de Nicea (Turquía). En ella se discutió acerca de la naturaleza de Jesucristo: ¿Es sólo un hombre o también es un Dios?

De esta discusión los bandos de una y otra postura enconaron sus bandos y la cosa pasó a mayores. De esta manera, aquellos que no reconocieron la naturaleza humana de Cristo fueron expulsados y excomulgados. Además se quemaron libros, clausuaron iglesias y persiguieron a aquellos paganos que no compartieran esta creencia.