Se dice que algo es harina de otro costal cuando se intenta establecer que algo es completamente diferente a lo que se está comparando.
Esta expresión proviene de tiempos antiguos, de aquellos en que los molinos eran compartidos para moler el grano y hacer, entre otras, cosas, harina.
Cada una de estas harinas (trigo, centeno, maíz,...) tenían diferentes especificaciones y calidades. Una vez se terminaban de obtener estos productos, se despositaban en diferentes sacos, llamados costal, nombre dado pues, una vez el saco estaba lleno, se apartaba a un costado.
De esta manera, cada saco tenía su propio tipo de harina, y cuando alguien quería mezclar harinas de diferentes calidades (con el fin de abaratar costes), se le advertía que aquello era harina de otro costal.
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